El tesoro de los Ejercicios Espirituales, definitivamente, no lo podemos guardar en los escaparates de un museo, es un tesoro vivo que Dios ofrece a la Iglesia para compartir con los hombres y las mujeres de todos los tiempos y lugares.
La conciencia de tener un tesoro para compartir ha suscitado la elaboración de una cantidad de ofertas alternativas de manera que muchas personas puedan tener acceso a esta experiencia tan honda de encuentro con Dios y consigo mismo: Ejercicios on-line, en retiro, en la vida diaria y de fin de semana son algunas de las ofertas de Ejercicios que se promueven a lo largo y ancho del país.
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