¡Sé tú mismo!
¿Cómo evitar compararnos con los demás y así dedicarnos a ser lo que somos? La pregunta me viene mientras veo a las gaviotas planear sobre la playa. Y me dan su respuesta. Su truco está en que vuelan sin cotejarse entre sí. Volando es como son y como hacen del cielo un espacio de libertad… Lo mejor lo añaden al final: aunque admiran las aletas de los peces, no las quieren para sí. Les serían inservibles: no saben nadar. Y lo que es peor: con ellas dejarían de volar.
Buen fin de noviembre.
Francisco José Ruiz Pérez, sj
27 noviembre, 2017 at 2:51 pm
Gracias.
Es bueno pararse a reflexionar
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2 diciembre, 2017 at 2:01 am
Los espacios de silencio son de gran ayuda para encontrarnos con Jesús y dejarnos interpelar por sus palabras.
Hay que trabajar todos los días la interioridad y mantener las «brasas» del corazón encendidas.
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