Para aprender a mirar
Deja a un lado sus defectos. No valores sólo sus capacidades. Intenta saltar por encima de sus errores. No te fijes en si es de aquí o de allá, si posee más o menos que tú, si es igual o diferente a ti… Cuando logres hacer eso, entonces mira a quien tienes delante: es sencillamente una persona, que te agradece que no la confundas con sus defectos, capacidades, errores, origen, dinero y carácter. Y que te espera más allá de todo ello para encontrarse contigo, es decir, con la persona que también eres.
¡Que la semana sea buena!
Francisco José Ruiz Pérez, sj
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