Insiste… no te rindas
Insisten. Vuelven a insistir. Cada mañana. Cada tarde. Cada noche. Redondeando las piedras. Son las olas. Su baile marino delata el secreto de nuestras vidas: lo más importante es intentarlo, volverlo a intentar. Cada mañana. Cada tarde. Cada noche. Redondeando nuestras piedras. Hasta que un día, casi sin saberlo, descubrimos que las olas acaban en la playa, dejando su firma en la arena brillante y tersa. ¡Y todo gracias a que insistieron y volvieron a insistir!
Francisco José Ruiz Pérez, sj
Deja una respuesta