Amor y verdad… déjalos volar
Los niños, en la plaza, corren tras las palomas, que revolotean y se alejan. Pero luego regresan y comen el alpiste de sus manos, hasta levantar rápido otra vez el vuelo al ser perseguidas de nuevo. Los miro y me veo reflejado en ellos cuando deseo atrapar para mí la verdad y el amor. Ambos extienden entonces sus alas y toman altura. Desde arriba, me recuerdan que son libres, no míos. Y al reconocerlo, me pacifico y vuelvo a verlos junto a mí…, como las palomas que juegan con los niños en la plaza.
Francisco José Ruiz Pérez, sj
21 mayo, 2018 at 5:02 pm
*Gracias por la bonita reflexión. E**l ejemplo de los niños me lleva a pensar en su sencillez y ésta, la considero importante para la relación con los demás.*
El 21 de mayo de 2018, 11:06, Centro Loyola de Canarias escribió:
> centroloyolacanarias posted: “Amor y verdad… déjalos volar Los niños, > en la plaza, corren tras las palomas, que revolotean y se alejan. Pero > luego regresan y comen el alpiste de sus manos, hasta levantar rápido otra > vez el vuelo al ser perseguidas de nuevo. Los miro y me veo refl” >
Me gustaMe gusta