Noticias del corazón
Ya no permito que los periódicos me cuenten lo importante. Prefiero que me lo diga el corazón. Él es quien moldea pacientemente la cercanía entre las personas e imagina, para ellas, amistad y, para sus heridas, reconciliación. Aunque parezca increíble, las noticias que vienen de los encuentros entre los corazones humanos son más buenas que malas. Esa es la razón de por qué, a pesar de todo, seguimos existiendo. Y cuando así lo descubres, ya no permitirás más que los periódicos te cuenten lo importante.
Francisco José Ruiz Pérez, sj
12 noviembre, 2018 at 10:43 am
Acertado su comentario. Hace tiempo que no leo la prensa por no encontrar en ella, razones y argumentos que dejen entrever motivos para la Esperanza.
Se ha instalado el debacle de la ambigüedad y verdad a medias, la visión de un mundo corrupto que se desintegra, por la acción y obrar humano, incidiendo sus efectos en la propia Naturaleza.
Por otra parte, el pesimismo y frustración que se percibe en el ambiente, no contribuye a mirar la realidad con Esperanza.
Necesitamos de ese «renacer» de nuevo, tener la mirada de un niño, inocente y confiada, poner nuestra vida, en las «manos» del Padre, sentir y experimentar su Amor en los pequeños gestos de cada día.
El Silencio no debe ser evasión, sino encuentro con la Verdad esencial, poder escuchar esas «noticias» que el Amor de Dios, nos quiere transmitir y que son Evangelio para nuestra vida.
Creo que las buenas noticias, se deben generar en el corazón e irradiarse hacia las personas. Sin el ruido mediático, donde se mezclan las voces y hacen que nadie se entienda y respete las ideas del otro.
Hace mucho tiempo que opté, por las sentidas, las profundas razones del corazón, donde el ser humano se ha de enfrentar consigo mismo y descubrir el sentido de su vida.
Nada produce más serenidad y paz interior, que mantenerse fiel a los dictados del corazón; ahí escuchamos la Sabiduría de ese SER que nos «amó primero», cuyo «aliento» de Vida, aviva las «brasas encendidas» de nuestro corazón.
Gracias por esas ideas, que nos hacen interpelarnos por tantas cosas provechosas y buenas. ¡Ahí estamos!.
Miren Josune.
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