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21 noviembre, 2018 at 11:03 am
Es un interrogatorio tenso, lleno de intencionadas preguntas y provocaciones hacia Jesús, que pretendía poner al reo, en una situación comprometida, en la cual, no sólo estaría en juego, la injusta condena de un juicio a muerte, sino también, la Verdad creíble de su vida.
Pilato enfrentado por primera vez a un hombre inocente, no tiene otros argumentos que interpelar a Jesús, al escuchar sus palabras: «mi Reino no es de este mundo».
Luego, ¿tú eres Rey?.
Jesús responde: «Yo para esto he venido al mundo, para ser testigo de la VERDAD.
Pilato encarna una actitud que parece dominar en nuestros días: la indiferencia que trata de ignorar la realidad del otro y la conveniencia interesada que no está dispuesta a compartir y correr el riesgo, de apostar por una honesta transparencia en el obrar. Quienes sólo buscan salir impunes de toda sospecha, no dudan en argüir razones sin sentido, que pisotean la Verdad e impiden la sana e» quidad.
La indiferencia es la muerte lenta de la humanidad.
Se acomoda en el corazón e instala en la conciencia, mira para otro lado, «lavándose las manos». Son los «reinados» que muchos ostentan, los triunfos que se obtienen con la mentira, la crítica y difamación que son generadas, desde la envidia y rivalidad, donde convertimos al otro en un obstáculo, el que me impide imponer y dominar con fatua soberbia, seguir siendo el «Rey o Reina» sobre los otros.
Hay que «inventarse historias», hacer el camino de los otros intransitable, cerrarle espacios, ignorarle como si fuera estorbo desechable, el inconveniente de oscuros y ocultos fines.
Así mantuvo Pilato su verdad, en aras de su propio interés y la conveniencia de otros: «conviene que muera un hombre», este y no otro: Jesús.
Señor, que ayudas a vivir, poniendo en pie la dignidad, corazón lleno de Amor, que se entrega en una vida de servicio a los más desdichados, Verdad transparente, insobornable a todo poder y manipulación, danos un corazón LIBRE y una conciencia íntegra. Esa ha de ser mi respuesta a tu AMOR, la opción por tu Verdad.
Miren Josune.
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