Un espacio de encuentro para el diálogo entre la Fe, la Cultura y la Justicia

LLAMADOS A SEGUIR A JESÚS

El ser humano es consciente, de la necesidad que debe solventar cada día: el sustento y la nutrición de su propio cuerpo. Su quehacer y afán, están destinados a cubrir en primer lugar, las carencias que le impidan vivir de manera digna: techo donde cobijarse, la alimentación, higiene y vestido, asistencia sanitaria, educación. Son los derechos legítimos, la urgencia primera, que a ningún ser humano deben faltar.

Bien sabemos, del esfuerzo y lucha tenaz que implica, sobrevivir a las adversidades y penurias, así como la sufriente enfermedad y limitaciones de nuestra condición humana.

Hoy contemplamos a un grupo de pescadores, extenuados y cansados de faenar toda la noche, sin haber obtenido nada, ningún producto de la pesca. Empeño estéril, que deja la huella del desaliento, el mañana tal vez incierto.

Jesús, siente de cerca su dolor y se implica en él; nada está perdido del todo ni es definitivo. Él enseñará la gran lección para esta vida: Cuando todas las posibilidades humanas se tornan fracaso, comienza a hacerse certera la Providencia de Dios.

¡Remar mar adentro!

No están los ánimos para recuperar tan pronto la creíble confianza, ¿qué más se puede hacer?. La necesidad, a veces osada y otras ingénua, no suele entiender de límites, se atreve a esperar más allá de los límites e imposibles de la razón.
¿Y si se hicieran verdad las palabras de Jesús? También hoy dichas a tí, a cada uno de nosotros: ¡Rema mar adentro!

Las redes reventaban y se rompían, repletas de peces, dejando a Pedro y los demás compañeros, consternados y llenos del incrédulo asombro. Sobrecogido, Pedro se echa a los pies de Jesús: ¡apártate de mi, Señor, que soy un hombre pecador!

Sin duda, vivir la experiencia de la fe, tantas veces vacilante, cambia la vida y la transforma, haciéndola fecunda y en verdad provechosa. Entonces es cuando aceptamos con humildad y confianza, que el «tiempo de Dios» es otro y se debe conformar a su voluntad.

¡Venid conmigo!
Os haré «pescadores de hombres y mujeres». ¿Cuál es el principio y esencia que desvela el fondo de estas Palabras?

Seguir a Jesús, es la invitación que, sin duda, cambiará la vida: caminar con Jesús, compartir con él su proyecto de Amor, el testimonio de toda su vida. «Os haré pescadores de hombres». Aquéllos-as que, en medio de la adversidad, encuentren sentido pleno a su vida, vivan confiados y llenos de Esperanza.

Es la Verdad que Jesús ofrece, si queremos transformar las desalentadoras realidades de la vida, en fruto fecundo de Amor.

Miren Josune.

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