Crecer bajando
Si tu entrega no se hace cotidiana y pasa desapercibida…, tenlo claro: has de seguir andando. Mientras tus mejores intenciones reclamen el aplauso…, tenlo aún más claro: te queda tiempo por delante. En fin, hasta que tu bondad la vivas sin que la notes…, tenlo clarísimo: no te detengas. Recuerda que nuestro sueño de ser cada vez más se cumple paradójicamente cuando aceptamos ser cada vez menos.
Francisco José Ruiz Pérez, sj
1 abril, 2019 at 12:30 pm
Conozco bien el significado de la entrega, en el silencio de la vida cotidiana, ayudando a vivir con la mayor dignidad y dando amor sin medida ni tiempo. No tiene comparación, la alegría íntima que experimentamos, cuando el AMOR nos llama, a hacer todo bien posible; es ahí, donde encontramos verdadero sentido a nuestra vida.
Pienso que la bondad, es cualidad sencilla y humilde, que nace y brota espontánea, en aquellas personas que tienen un corazón generoso y grande. Y cierto, no se necesita del aplauso, la falsa adulación y el parabién, para SER y sentirse parte esencial, del AMOR que nos habita.
Bueno es recordar, las palabras del Amigo Jesús que dice: «si el grano de trigo no cae en tierra y muere, no puede dar fruto». Así es, toda obra buena ha de buscar, la actitud de entregra en el servicio.
Más creo que, desde nuestra frágil humanidad, necesitamos también de los demás, el gesto de reconocimiento, la gratitud y el aprecio; de lo contrario, se puede llegar a tener la sensación, de sentirse meros instrumentos, al servicio del interés ajeno, objetos de uso y utilidad, hasta llegar a dejarnos vacíos del porqué y para qué.
Cuesta «abajarse» y «saber perder» para ganar, en este mundo, donde cada quien busca tener, «cubiertas las espaldas», donde tiene poder, el que más alto y encumbrado está, donde las relaciones se convierten en una «carrera de fondo», siempre queriendo sobresalir «por encima de»… compitiendo y «trepando», hasta lograr alcanzar «el puesto».
¿Cuántos seres humanos, tienen que «pagar», la ambición del egoísmo ajeno? El que genera el «descarte» y rechazo, los privilegios y acepción de personas. Si, hay que seguir andando, con voluntad cada día, en el empeño de construir y ser parte, de espacios donde se viva la acogida fraterna, «DESDE ABAJO Y DESDE CERCA».
Miren Josune
Me gustaMe gusta