Con la conferencia “La aportación de la mujer en la tradición bíblica”, pronunciada el pasado 25 de abril por la profesora de Sagrada Escritura de la Facultad de Teología de Granada, Miren Junkal Guevara, rjm, ha iniciado el ciclo “Mujer e Iglesia” con el que el Centro Loyola de Canarias quiere seguir aportando su grano de arena en el reconocimiento del invaluable papel de la mujer en la historia de la humanidad y de la Iglesia.
Los nombres de las mujeres más reconocidas en la Biblia, como María de Nazaret, María Magdalena, Marta o María, entre otras, no fueron los protagonistas de la Intervención de la conferenciante, en su lugar, eligió los nombres y la vida de mujeres poco conocidas en la Biblia y, en concreto, del Antiguo Testamento que, aunque hablen poco, nos dicen mucho con lo que hacen, con lo que no dicen y con sus gestos elocuentes.
30 abril, 2019 at 7:39 am
Me ha gustado enormente, la conferencia de Miren Juncal Guevara.
Creo que la esencia de mujer, no cambia, permanece en la historia, dejando su imborrable huella y aportación, como tierra fecunda que alberga la semilla de vida, Ruah de Dios Creador.
Sin duda, esas mujeres que ha mencionado, fueron algunos de los signos visibles, conque se escribe la Historia; hay muchas más, como Raquel, Judit, Ruth. Mujeres que conscientes de la realidad y circunstancias que las tocó vivir, dejaron señales y gestos inequívocos de entrega abnegada, de servicio humilde y callado, convirtiendo lo frágil y pequeño en grande, haciendo uso de la Sabiduría del Corazón, para liberar y hacer justicia en medio de su pueblo.
Mujeres como Ruth, que optan por la compasión cercana y no hacen de su vida, la huida hacia quimeras de libertad, sino que entiende, nada hace más libres, que el Amor que se entrega, dá lo mejor de una misma.
Tal vez, fueron muchas de esas mujeres, «renglones torcidos», con los cuales, el Creador fué escribiendo la historia de Vida, de liberación y Salvación.
Hoy como ayer, ni todas son, ni todas están, sino que vamos haciendo el Camino y abriendo espacios, marcando objetivos y señalando metas, trabajando y preparando la «buena tierra», la que haga germinar, semillas de Amor y libertad, justicia y Paz.
Tenemos magníficas teólogas, que apuestan por «humanizar» la Revelación, hacerla cercana y comprensible, sin que se tenga que desdibujar, la verdad de los hechos y sus personajes. Y sí, la Vida la «escribe» Dios, aunque cada quien la lea distinto. Pues vamos a intentar que «casen» y haya coherencia.
Miren Josune
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