Obra de la Compañía de Jesús en España para propiciar el diálogo Fe-Cultura-Justicia.
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Hoy celebramos con sentida fe, la Familia de la Trinidad de Dios, con ella compartimos, la Esperanza de la plenitud en su Vida y Amor.
En el nombre del Padre…
Tenemos un Padre Bueno, ¡Abbá!, cuyo Amor nos abraza y sostiene la fragilidad de nuestra vida. “YO SOY”, nos ha creado por Amor y conduce nuestra vida, al encuentro definitivo con él. Yahvé, no puede sino dar su Amor y Misericordia. A pesar de la corriente incrédula de tantos-as, del rechazo de su Amor, la ternura de Dios, acoge nuestro SER, su Santo Espíritu alienta la Vida que nos regala cada día.
La soberbia que acompaña el vano saber del conocimiento humano, siguen tratando de sustituir, desplazar e ignorar, al Creador de todo cuanto existe. Error que nos hace tropezar en vanas certezas, pretendiendo ignorar, el Misterio de Dios, oculto a la razón y el intelecto humano. Dios conoce bien nuestras preguntas, acerca del sentido último, el deseo innato de buscar y hallar la Verdad. Nos ha creado a su imagen, sabe el profundo anhelo que el ser humano tiene, de encontrar su “rostro” de Amor.
No está lejos…
En el nombre del Hijo….
Jesús es, el rostro visible del Amor del Padre, “Carne de nuestra carne” humanidad habitada, de la inefable presencia del Amor de Dios.
Jesús, AMIGO FIEL, llevando sobre sí, los sufrimientos y las carencias del ser humano, ayudando a vivir y entregando su Vida, perdonando el pecado y sanando la enfermedad, a través de los gestos y las obras de su compasiva Misericordia.
Jesús, gastando sus sandalias, por las tierras polvorientas de Galilea, cuyos pasos, mujeres y hombres iban siguiendo, detrás de él, escuchando su Palabra y viendo de cerca su testimonio; aprendiendo de su ejemplo lecciones de Verdad y Vida compartida. Hijo amado del Padre, construyendo el Reino de Justicia y Paz, en solidaridad con todos-as.
Jesús, vive en el AMOR del Padre y su Espíritu permanece en nosotros.
En nombre del Espíritu Santo…
La Luz de Jesús, abre el camino a la alegría y Esperanza. Su Espíritu es Ruah de Vida que nos promete: “no os dejaré solos-as, sin la presencia de mi Amor, abandonados al azar”. Es la certeza compasiva y cercana que hoy Jesús sigue diciendo: “Vosotros-as, permaneced en mi Amor”.
Amor que nos invita a vivir aquí, en esta vida que el Espíritu nos alienta, en Comunión de Amor entre nosotros-as, sintiéndonos reconocidos como hermanos-as de Jesús, llamados a formar parte de la VIDA en Dios.
Nosotros, cristianos-as del Siglo XXI, creemos en el AMOR que nos acompaña, permanece y mantiene viva la Esperanza: en el nombre del Padre-Madre, de Jesucristo Resucitado, de la luminosa Luz del Espíritu Santo, guiándonos hacia la Vida.
La Familia de Dios, su Trinidad, no haremos creíble, ignorando la familia humana, destruyendo la imagen y semejanza de Dios, que es todo hombre y mujer. Estamos llamados a reflejar, el “rostro” del Amor de Dios, como lo hizo Jesús, como ahora nos envía su susurro al corazón, el rumor del Espíritu Santo.
13 junio, 2019 at 10:28 am
FAMILIA EN COMUNIÓN DE AMOR.
Hoy celebramos con sentida fe, la Familia de la Trinidad de Dios, con ella compartimos, la Esperanza de la plenitud en su Vida y Amor.
En el nombre del Padre…
Tenemos un Padre Bueno, ¡Abbá!, cuyo Amor nos abraza y sostiene la fragilidad de nuestra vida. “YO SOY”, nos ha creado por Amor y conduce nuestra vida, al encuentro definitivo con él. Yahvé, no puede sino dar su Amor y Misericordia. A pesar de la corriente incrédula de tantos-as, del rechazo de su Amor, la ternura de Dios, acoge nuestro SER, su Santo Espíritu alienta la Vida que nos regala cada día.
La soberbia que acompaña el vano saber del conocimiento humano, siguen tratando de sustituir, desplazar e ignorar, al Creador de todo cuanto existe. Error que nos hace tropezar en vanas certezas, pretendiendo ignorar, el Misterio de Dios, oculto a la razón y el intelecto humano. Dios conoce bien nuestras preguntas, acerca del sentido último, el deseo innato de buscar y hallar la Verdad. Nos ha creado a su imagen, sabe el profundo anhelo que el ser humano tiene, de encontrar su “rostro” de Amor.
No está lejos…
En el nombre del Hijo….
Jesús es, el rostro visible del Amor del Padre, “Carne de nuestra carne” humanidad habitada, de la inefable presencia del Amor de Dios.
Jesús, AMIGO FIEL, llevando sobre sí, los sufrimientos y las carencias del ser humano, ayudando a vivir y entregando su Vida, perdonando el pecado y sanando la enfermedad, a través de los gestos y las obras de su compasiva Misericordia.
Jesús, gastando sus sandalias, por las tierras polvorientas de Galilea, cuyos pasos, mujeres y hombres iban siguiendo, detrás de él, escuchando su Palabra y viendo de cerca su testimonio; aprendiendo de su ejemplo lecciones de Verdad y Vida compartida. Hijo amado del Padre, construyendo el Reino de Justicia y Paz, en solidaridad con todos-as.
Jesús, vive en el AMOR del Padre y su Espíritu permanece en nosotros.
En nombre del Espíritu Santo…
La Luz de Jesús, abre el camino a la alegría y Esperanza. Su Espíritu es Ruah de Vida que nos promete: “no os dejaré solos-as, sin la presencia de mi Amor, abandonados al azar”. Es la certeza compasiva y cercana que hoy Jesús sigue diciendo: “Vosotros-as, permaneced en mi Amor”.
Amor que nos invita a vivir aquí, en esta vida que el Espíritu nos alienta, en Comunión de Amor entre nosotros-as, sintiéndonos reconocidos como hermanos-as de Jesús, llamados a formar parte de la VIDA en Dios.
Nosotros, cristianos-as del Siglo XXI, creemos en el AMOR que nos acompaña, permanece y mantiene viva la Esperanza: en el nombre del Padre-Madre, de Jesucristo Resucitado, de la luminosa Luz del Espíritu Santo, guiándonos hacia la Vida.
La Familia de Dios, su Trinidad, no haremos creíble, ignorando la familia humana, destruyendo la imagen y semejanza de Dios, que es todo hombre y mujer. Estamos llamados a reflejar, el “rostro” del Amor de Dios, como lo hizo Jesús, como ahora nos envía su susurro al corazón, el rumor del Espíritu Santo.
Miren Josune.
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