El reloj del corazón
Para cambiar radicalmente de vida, una buena opción es convertir el corazón en nuestro reloj de pulsera. Te desaparecerán las prisas. Porque el corazón es el único reloj que crea tiempo de sobra para poder estar con quienes realmente te necesitan. Te dará la sensación de que, por fin, eres puntual a la cita con lo importante.
Francisco José Ruiz Pérez, sj
24 junio, 2019 at 7:25 pm
Hace ya tiempo, que tan sólo en ocasiones esporádicas llevo el reloj puesto, pues no deseo vivir sometida, al rigor sistemático y monótono, del tic tac conque va señalándome el tiempo.
Sé que necesito saber la hora, tener una prudente orientación del tiempo, que va señalando el transcurrir de mi existencia, sin embargo, no permito «posea» mi vida e impida compartir cuanto soy y me habita.
Mi lema en cuanto al tiempo es: haz bien lo que debas, sin mirar al reloj, sino cuanto de bueno te pida el corazón. Y así, sintiendo que soy libre, que el tiempo no me «ata» ni condiciona mi vida, dejo que mi tiempo tan sólo lo señale y llene, el Amor de Dios.
Puedo decir, que muchas veces «vuelo», allí donde el Espíritu me lleva, sin necesidad de mirar el tiempo transcurrido.
Pensemos con honestidad, las veces que decimos al otro: «no tengo tiempo». Y puede que sea verdad, lo que me preocupa es, tener que decírselo al otro.
Miren Josune
Me gustaMe gusta